Apaga la tele normal y conéctate

Tengo amigos que no me los merezco y doy las GRACIAS cada día, con el transcurso del tiempo han quedado muy pocos, me caben en una sola mano, una vida de relaciones públicas te hace conocer a mucha gente, a pocas personas y a tener muy pocos amigos, supongo que lo entiendes.

Los chinos dicen que no conoces a una persona hasta que haces el amor con ella, yo digo que ni aun así, consigues conocer verdaderamente a ese otro ser. Del tema parejas, hablaremos otro día.

Uno de esos sábados, de cena entre verdaderos amigos, en los que se puede hablar transparentemente de todo y de todos, habiendo pasado ya el ecuador de nuestras vidas, todas las frases eran: en la tele tal…., el programa de la tele cual…, hasta que les recordé que he estado viviendo más de 30 años sin tele en mi casa y que habitualmente no veo la tele normal.

Despierta, apaga la tele normal y conéctate contigo mismo, con tu esencia, despierta

Siempre me ha apasionado la radio, desde adolescente dónde ya montaba mis primeros emisores de radio de galena, pero mucho más cuando descubrí en vivo el poder contagiador de las ondas. La pequeña pantalla, que en algunos salones y comedores es el electrodoméstico más grande del hogar o las pequeñas pantallas que ya todos llevamos en nuestros bolsillos, han perdido la magia, no dan pié a tu imaginación personal, a tu propia creatividad, a escuchar y crear tu propia versión de esa historia, de esa música, de ese momento, escuchar lo que tu alma te dice a ti mismo, con tanto ruido informativo y vacuos, con tantas redes sociales, con tantos vídeos de reporteros explicando cada segundo de lo que hacen en su día a día, con tantos impactos publicitarios y con tanta apariencia prefabricada que te desvía de lo verdaderamente urgente e importante.

¿Dónde queda tu esencia?

Ahora hay que rascar mucho más para encontrarte, descubrirte y despertar escuchando tu alma, tu verdadera esencia, cerrando los ojos y viajando con la mente a países exóticos, tan solo escuchando unas olas de fondo y una buena locución.

Lo creas tu mismo, no necesitas focos, ni estudios de grabación, ni filtros, ni platós, tan solo tu voz, tu mente, escuchar, sentir.

Me rio cuando mis amigos me preguntan: ¿Tú no ves la tele normal y tú?